lunes, 15 de febrero de 2010

Ciegamente boludo (o visiblemente turro)

Así como Marley se hace el estúpido, pero vive y gana mejor que todos nosotros, oh sardinas que viajamos enlatadas en subtes y colectivos como si fuesen un microondas con ruedas que nos lleva totalmente dopados a las ocho de la mañana al gran banquete de nuestros empleadores; y así como muchos cantantes masculinos se vuelven extremadamente afeminados, al punto de que los usamos como sinónimos de "homosexual", mientras que todas las mañanas en sus mansiones abren la alacena y tienen un par de gemelas Francesas para el desayuno, existen personas que se hacen los boludos para disimular que son peores personas que Hitler pegándole a una anciana embarazada el día de la mujer.

Tal es el caso que pude observar hace un par de meses, mientras volvía de hacerme un estudio médico tan hermoso como que te metan un tubo con un espesor mayor al de un dedo pulgar por la garganta (ése día me hice una idea del sueldo de una actriz porno).

A unos metros de mí, un ciego tanteaba el camino con su bastón. Cuando estaba a punto de llegar al cordón de la vereda, pensé en acercarme para ayudarlo a cruzar, pero ví que alguien se adelantó a mi idea... o... bueno... eso pensé... al fin y al cabo... ¿como me iba a imaginar que el recién llegado iba a acercarse al ciego y preguntarle muy decidido...?

"Disculpá... ¿Tenés hora?"